Bukele Retrasa El Lanzamiento De Los Bonos Para Financiar La Bitcoin City
El Salvador está listo para lanzar sus criptobonos, pero Bukele quiere esperar. Le preocupa la actual situación económica y geopolítica. No quiere que el escenario de la guerra en Europa y las dudas respecto al mercado del petróleo pongan en peligro los bonos.
El ministro de economía salvadoreño, Alejandro Zelaya, ha sido el encargado de anunciar el retraso del lanzamiento, que tendrá lugar cuando mejoren las condiciones financieras en los mercados.
Con el conflicto ruso-ucraniano en plena ebullición, es difícil señalar una fecha en el calendario. La estimación de Zelaya para el lanzamiento de estos bonos valorados en 1000 millones de dólares es optimista. Como muy tarde, en septiembre de 2022.
¿Medio Año De Retraso?
Septiembre puede parecer tarde, especialmente cuando el banco central salvadoreño había anunciado el lanzamiento de los bonos para mediados de marzo. Por mucho que parezcan seis meses de retraso, Zelaya cree que “no es buen momento” para ofrecer los bonos.
“Están pasando cosas a nivel mundial”, argumenta el ministro. “Puede que en mayo o junio se pueda”, ha declarado, aunque todo dependerá de las variables financieras que muestren los mercados.
En cualquier caso, Zelaya opina que el lanzamiento de los bonos no tendría el impacto deseado “después de septiembre”. Por esa razón, el ministro preferiría lanzarlos ese mes a más tardar.
La Bitcoin City Tendrá Que Esperar
Bukele lleva hablando desde el pasado noviembre de los bonos para financiar la Bitcoin City. Parece que su ciudad soñada (alimentada por energía geotérmica en la frontera con Honduras) tendrá que esperar.
El retraso del lanzamiento de los bonos preocupa al ministro Zelaya. En realidad, con estos bonos, no solo pretende levantar una ciudad única en el mundo, también quiere reestructurar la economía salvadoreña.
Se trata de un objetivo ambicioso que no gusta para nada a las autoridades estadounidenses, ni a las organizaciones financieras internacionales, como es el caso del FMI. Pero Bukele confía en los resultados de su proyecto.